Bioethanol

¿Qué es Bioetanol?


El bioetanol es el alcohol etílico que se obtiene por fermentación de de los azucares que se encuentran en los productos vegetales, tales como cereales, remolacha, caña de azúcar o biomasa.

La principal aplicación del bioetanol es su uso como carburante de automoción, en sustitución de la gasolina o como combustible en pilas de hidrógeno. Este puede utilizarse como carburante puro, realizando modificaciones a los motores actuales, o mezclado con gasolina.

En los últimos años se han desarrollado una serie de vehículos capaces de funcionar tanto con gasolina como con bioetanol o una mezcla de ambos. Se denominan “Flexible Fuel Vehicles” (FFVs). Estos automóviles disponen de un sensor que detecta en los gases de escape la relación etanol/gasolina y en función de la mezcla ajustan la inyección del motor.

Relevancia y tendencias de desarrollo


El desarrollo de la producción de bioetanol, vino impulsada por la llamada primera crisis del petróleo desde mediados de los años setenta del siglo pasado. El primer país que asumió el reto fue Brasil produciendo el biocombustible a partir de caña de azúcar, y posteriormente se le unió Estados Unidos, fabricándolo a partir del maíz.

A partir de mediados de los 80, a esta motivación se le unieron las políticas de mejoras medioambientales, principalmente en lo relativo a emisiones gaseosas. El creciente interés que han generado en los últimos años los problemas derivados del cambio climático, producido por las emisiones de gases de “efecto invernadero”, ha hecho que se busquen combustibles más respetuosos con el medio ambiente. La combustión del bioetanol produce el mismo CO2 que absorbió la planta durante su crecimiento, si se exceptúa el emitido debido a la actividad energética necesaria en el proceso de su producción, por lo que algunos autores dicen que el balance es cero, en cuanto a las emisiones de CO2.

Debido a estas razones, a partir del año 2001 se presentó un enorme crecimiento de la producción de bioetanol siendo el biocombustible líquido de mayor consumo en el mundo y con una diferencia cada vez mayor al biodiesel, que ha seguido aumentando en los últimos años debido a tanto a las políticas de mejoras medioambientales adoptadas por gran parte de los países del mundo, como a la inestabilidad de los precios del petróleo.

Vías de obtención de bioetanol


El bioetanol se produce principalmente por alguna de estas vías:

  1. Directamente a partir de biomasa azucarada, a partir de productos agrícolas ricos en azúcares, tales como la remolacha y la caña de azúcar.

  2. Mediante hidrólisis convencional de la biomasa amilácea, como son los productos agrícolas ricos en almidón tales como los cereales y la patata.

  3. Mediante hidrólisis fuerte de la biomasa lignocelulósica, como son los residuos agrícolas, restos de poda o residuos sólidos urbanos.

Las dos primeras vías son las más empleadas en la actualidad pues son procesos perfectamente conocidos y disponibles a nivel industrial. Por el contrario, la tercera está aún en fase de desarrollo presentándose, no obstante, como la gran alternativa de producción de bioetanol en el futuro, dado el bajo precio de la biomasa lignocelulósica en relación a la biomasa azucarada y amilácea.

El etanol producido por la tercera vía se denomina bioetanol celulósico o de segunda generación.

Biotanol de segunda generación


Los biocombustibles de segunda generación se producen a partir de fuentes no alimentarias como residuos agrícolas, desechos de maderas o residuos sólidos urbanos de base celulósica.

La biomasa lignocelulósica o residual procedente de residuos biodegradables se vislumbra como la solución futura para la obtención de bioetanol. En este caso la biomasa de partida posee un bajo coste, puesto que se trata de residuos que poseen bajo o nulo valor económico, además de abordar el problema medioambiental asociado a la producción, gestión y acumulación de residuos. Actualmente se están incentivando por parte de los organismos Europeos la obtención del bioetanol de segunda generación.

Además el bioetanol de segunda generación posee menores impactos ambientales en comparación con los de primera, estimándose una reducción en las emisiones netas de CO2 entre 70-90%. Además existe tecnología que permite quemar la lignina que no ha sido posible convertirla a bioetanol a fin de generar energía para las plantas procesadoras.

 

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